Hasta hace unos 40 años, la mayoría de la gente consideraba el serrín un residuo de la industria maderera. Subproducto del aserrado, fresado, corte, lijado y fresado de la madera con maquinaria, herramientas eléctricas portátiles o herramientas manuales, a menudo se consideraba un problema qué hacer con él una vez generado. Algunos vertederos incluso dejaron de aceptarla. Con el tiempo, las grandes mentes se dieron cuenta de que el serrín y otros residuos de madera podían utilizarse de muchas maneras emocionantes, e incluso podían convertirse en productos de alto valor.
Desde que se descubrió su potencial, este antiguo material de "desecho de madera", junto con otros como las astillas y la harina de madera, ha adquirido un gran valor. En el mundo actual, las empresas buscan no sólo seguir fabricando productos de eficacia probada, sino mirar hacia el futuro para ver qué más son capaces de conseguir el serrín y otros materiales derivados naturales.